¿Quién es responsable?

¿Quién es responsable?, ¿Existe culpa en una historia que nos coloca en el lugar que habitamos con mitos, culturas y tradiciones que debieran justificar –al menos ayudar a entender- las diferencias irreconciliables?. Mientras escribo ésta crónica en el Medio Oriente nuevamente se levantan las alarmas de bombardeo. Fácil sería el atribuir las responsabilidades a uno de los bandos en conflictos –que existe una mayor manifestación del poderío hebreo y un aparente descontrol de sus fuerzas de ataque- pero quien puede decir algo a miles de kilómetros de distancia y que no suene medianamente extemporáneo. Ni siquiera el deseo que algún día la cuna de tanta profecía despotricada sea simplemente el sueño desquiciado de algún fanático que nos lega el miedo, la sorpresa y el horror de tanto dolor. En todo caso todo parece sin sentido.
Y es en este tiempo que se anhela la fortaleza de la tranquilidad interior y la esperanza de muchos en el mundo por que al fin los hombres sean responsables de sus actos. Nada, son simples desplantes de media noche. Pero al final de la cornisa que conducen a los sueños delirantes se encuentra embetunada la ciudad que describió Rimbaud, esa luminosa urbe constituida de todos y para todos…
Que mal momento para desear…