Microcuento: Dolor y furia.

Camina decidido con los ojos puestos en el aparador. No podrán detener su pesado andar. Un metro antes de llegar, grita: “Sólo quiero descansar” y lanza una piedra sobre el ventanal. Los fragmentos llegan a la autoridad, que en el acto lo va a buscar. “¿Qué te has creído desgracia de tus padres?” le reclaman mientras lo atan. “Yo sólo quiero abrigar el dolor que provoca el desamor".
El guardia susurra: “Demente, mira la luna. Al abrigo al fin estás"

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