Una reseña crítica: “Los Nuer” Evans Pritchard.
Quiénes son los Nuer, cuál es el modo de subsistencia y la situación histórico-geográfica-política de este grupo en el momento en que Evans-Pritchard realiza su trabajo etnográfico
Situada el centro oriente de África,
en torno a los afluentes que alimentan al profundo río Nilo y río Sobat, en lo
que hoy es Sudán del Sur, es un grupo étnico que Evans-Pritchard investigó desde
la década de 1930 para el gobierno de Sudán Anglo-egipcio (administración
colonial británica que gobernó la región desde fines del siglo XIX).
Este antecedente, el carácter colonial
de la zona donde el autor realiza la etnografía, sumado al objetivo geopolítico que pudiera
contener un trabajo de investigación de esta característica, marcan la labor de Evans-Pritchard. De hecho es significativo el tono casi anecdótico de sus
primeros esfuerzos por acercarse a la territorio donde habitan los Nuer, y el
resquemor de estos, que es descrito casi como beligerante a los esfuerzos del
europeo por ser recibido en las comunidades –tribal- que componen la nación[1] Nuer.
Identificado como parte del grupo de
pueblos nolítico que la componen además los Dinka, este último con muchas
similitudes fenotípicas y culturales que hacen suponer un origen común.
La etnografía que comentamos describe
la complejidad del trabajo de campo en condiciones adversas para el autor por
cuanto se vivían diversos conflictos intertribales, producto de la costumbre de
aumentar territorio y patrimonio ganadero, o internacionales, esto último
relacionado a diversas tensiones por la significación que ese territorio tenía
para la metrópolis europea.
La belicosidad del pueblo Nuer, era al
menos respetada –sino temida- por otras etnias que además colaboraban con el
europeo, situación que no compartía en general este grupo.
Sin estructura política centralizada,
un estado en la forma como en occidente de estila, las formas tribales, es
decir alianzas de territorios que se constituían según coyunturas, determinaban
su actuación respecto a otros pueblos de la región.
Por todo esto, los Nuer manifestaban
abiertamente resistencia y rechazo a la relación con otros y al parecer –por
como lo relata Evans-Pritchard- de animosidad que podría llegar a la muerte de
algún europeo que por alguna razón no estuviera a la altura de la circunstancia
cultural y política en Nuerlandia.
Abierto sabotaje, se descarga el
antropólogo en su relato, de parte de los Nuer ante sus intentos por allegarse
a una tribu para conocer sus interacciones y etnografiar su sociedad, actitud
que no cambió en los sucesivos viajes y estadías, aunque hacia el final ya lo aceptaban
con mayor naturalidad.
Principales
objetivos del trabajo de campo que se propone Edward Evans-Pritchard entre los
Nuer
La dificultad que señala el autor y
que se describe en el anterior aparte, indica el primer objetivo, cual es el
lograr desentrañar las costumbres, usos y hábitos de los Nuer, que ya de por sí
sería un logro en el escenario del desconocimiento que existía en occidente
sobre este pueblo.
Los objetivos van cambiando de visita
en visita, o las estadías que se realizaron por periodos distintos en la década
de investigación.
Al principio el lograr conocer la
lengua Nuer era en sí misma un avance significativo, cosa que logró en un
contexto donde no tenía traductor, en el primer viaje estos le abandonaron por
miedo a la idiosincrasia de pueblo de Nuerlandia.
La descripción sociológica de las
principales características sociales, culturales y políticas era el objetivo
relevante en la investigación, cuestión que se entiende no solo por el evidente
papel de Evans-Pritchard como antropólogo cultural británico, sino que además
porque era un trabajo promovido por el gobierno de administración colonial
inglés, y se puede suponer que toda la información que se recogió sirvió para
generar políticas en esta zona altamente conflictiva.
“No
tengo demasiadas pretensiones. Creo que he entendido los valores principales de
los nuer y que puedo presentar una descripción exacta de su estructura social, pero considero… una contribución a la
etnología… más que como un estudio sociológico detallado…”[2]
Queda en evidencia que la pretensión
del autor es describir la sociedad nuer desde una perspectiva que permita
mostrar aspectos de la vida social, económica, cultural y política, relevando
el papel de sus condiciones material y medio ambiental como determinantes en la
forma del ser nuer, sus modos y usos de la economía dependiente de la
ganadería, y en menos medida agrícola.
Es decir, el objeto de esta etnografía es el estudio de las relaciones
estructurales y las interacciones que esto implica.
Relación de los Nuer con
el ganado y su relevancia para la organización socio-territorial
Como adelantamos en el apartado
anterior, el elemento distintivo de la estructura social Nuer está significado
por su medio ambiente que históricamente permitió destacar una cultura materialmente
centrada en la ganadería, y por lo tanto sus costumbres y usos habituales se
determinan de alguna forma, desde las generaciones pasadas, en el ganado.
Esto quiere decir, por ejemplo, que
los estamentos sociales se acomodan a los requerimientos alimenticios del
ganado, a las estaciones de lluvia o sequía que determinan los periodos de
pastoreo en una u otra zona.
El ganado es el elemento más preciado
de los Nuer, pero no solo por su relevancia en la supervivencia de la
comunidad, que sería el elemento material que fundaría este vínculo, sino
porque su existencia explica muchas de las creencias y mitos del pueblo, siendo
además su tenencia en número y calidad un elemento de prestigio y estatus para sus
miembros.
A pesar de la significación material y
simbólica de estos animales, existe un procedimiento estricto respecto a los
productos e insumos que se desprenden del ganado. La leche y sus derivados son
el insumo inmediato y más preciado de las vacas y otros caprinos menores. De
este producto se elaboran queso, mantequilla, nata que son alimentos centrales,
además del tratamiento de la sangre con la que también se elaboran algunos
subproductos, en la dieta nuer y que es complementado con semillas (mijo),
raíces y producción agrícola menor que adquiere mayor importancia en la medida
que el ganado baja su productividad por problemas sanitarios o respecto a los
periodos de sequía.
Esta dieta se complementa con la pesca
en los ríos de Nuerlandia y en menos medida la caza de animales silvestres.
Respecto a la carne, que se podría
suponer que es un elemento destacado en su dieta, lo cierto es que los Nuer
respetan diversas costumbres que controlan su consumo pues se valora mucho más
la leche, se entiende en perspectiva de su importante valor en la mantención alimenticia
de la población, por lo tanto en la medida que un animal muere su carne será
consumida. Luego en ceremonias y festividades se sacrifica algún animal, pero
siempre se privilegia a aquellos que caen fuera de los productores de leche o
sementales (que también está controlada la natalidad). Entendido en
perspectiva, la carne juega un rol en la alimentación en cuanto el número de
piezas que muere de forma natural o relacionada a alguna circunstancia permite
mantener surtida a la comunidad. Demás está decir que las pieles también son
otro producto que es altamente valorado por los Nuer, pues de este insumo se
producen una amplia gama de objetos y utensilios domésticos.
Por todo lo anterior lo Nuer organizan
su territorio teniendo en cuenta las necesidades se supervivencia de su ganado,
por lo tanto están en movimiento según lo requerimiento de pastoreo. Esto
además define políticas de alianza y construye linajes que permiten la
supervivencia de las distintas ramas nuer de acuerdo con reglas y costumbres que
dejan en lugar central el patrimonio bobino. Por ejemplo un matrimonio de dos
integrantes de aldeas de una misma tribu, requiere dote que se miden en el
número de piezas de ganado que se entregue como señal de voluntad para
consolidar la unión.
La forma en que los Nuer
organizan el tiempo y el espacio de acuerdo a los datos otorgados por E. Evans-Pritchard
El autor propone distinguir dos
dimensiones que describen la noción de tiempo en los nuer: un tiempo ecológico
y otro de estructura social. Los dos están relacionados y coexiste, pues el
tiempo ecológico hace sentido en los nuer cuando el medio natural marca el
inicio o fin de las lluvias, por tanto el ciclo de la sequía, que es muy clara
y lo separa año en dos grandes mitades tot
y mai en el año que llaman roun. Este tiempo, cíclico, determina el
movimiento de las comunidades de las zonas bajas a las altas pues con la lluvia
mucha de las planicies se inunda imposibilitando el pastoreo.
La estructura temporal, vista de esta
manera, es una consecución de etapas que unen hitos importantes que se dan de
etapa en etapa hasta completar el ciclo. Por ejemplo al llevar el viento que
indica la época de las lluvias deben iniciar las distintas tareas para
desmontar las aldeas y ascender tierras
altas. Las jornadas no estás divididas en días, horas u otra forma
estandarizada, simplemente se habla de un “antes” que se asocia a un
acontecimiento, a lo mucho se pueden referir a “reposos”, “soles” y “lunas”.
El tiempo estructural es una relación
coordinada, estandarizada si se quiere, donde la comunidad entiende que se debe
cumplir ciertas tareas como ordeñar y alimentarse, y todos los integrantes
manejan es estructura.
Esta doble articulación determina la
relación espacial de los nuer en tanto la unidad básica se organiza en torno a
la cabaña que es el lugar de una familia, que son los integrantes de padres e
hijos. Esta unidad es sobre la que se sostiene el campamento de ganado
(compuesta de casa, caserío y aldea en orden ascendente). Desde la cabaña a la
aldea existe una serie de relaciones de un grupo con vínculo agnaticio que
reconoce una determinada identidad común relacionada con un anciano –muchas
veces se identifica a la aldea por el nombre de este. Estos lazos hacen que
dentro de esta comunidad se realicen tareas y actividades comunes como
alimentación, pastoreo, siembra y cosecha, mantención de corral.
Este sistema de vida común se extiende
en el reconocimiento de otras aldeas que componen una tribu que aglutina la
identidad de aldeas que se forman de acuerdo a linajes que se rastrea en varias
generaciones en el pasado.
La base administrativa del sistema
político nuer, entendido sin las categorías ideológicas occidentales, se
sostiene sobre la tribu como estamento que da estabilidad y continuidad a la
identidad cultural. Esta estructura está constituida por secciones siendo la
más general la primaria, luego secundarias y terciarias.
“Cada
uno de ellos (tribu) tiene su nombre
distintivo, su sentimiento común y su territorio único… una suele estar separada claramente de otra por una
extensión amplia de maleza o por un río…”[3] Se puede identificar al
menos tres elementos que distinguen dentro de un estamento a la tribu: territorio
claramente delimitado por un hito, identidad dada por un linaje común, y por
supuesto la base material que le da el ganado.
Las beligerancias dentro de las tribus
(estructura básica) de una sección, entre secciones y como respuesta de pueblo
a naciones extranjeras, a pesar de no contar con una estructura administrativa
centralizada o estado, cuenta con reglas
claras que se respetan por todos los grupos.
Evans-Pritchard señala que el sistema
político nuer se equilibra “… entre
tendencias opuestas hacia la escisión y la fusión, entre los grupos a
segmentarse y su tendencia a combinarse con segmentos del mismo orden”[4]. Estas dos tendencias,
parecen como irreconciliables, pero el autor reflexiona que son complementarias
a los requerimientos de existencia de la nación nuer como forma de responder a
las desventajas respecto de otras naciones en las formas de vida,
comunicaciones y tecnología elementales, escasas productos que sustentan si
existencia, todo lo anterior determinado por el contexto ecológico.
Caracteriza al sistema político nuer
como una “anarquía ordenada”[5] por la ausencia de órganos
de gobierno que haga posible comprender la estabilidad de la nación nuer.
Ausencia de instituciones de justicia, jefatura centralizada u órganos que
pudieran explicar tal condición de desarrollo llaman la atención al autor.
Inmediatamente se les reconoce su
socialización igualitaria y democrática como fundamento de una ética del
compartir y respetar las diferencias materiales, a pesar de la existencia del
estatus como condición de distinción patrimonial. Todo esto es a la vez la base
de la capacidad que ha tenido los nuer para destacar de las otras naciones de
la región y sobrevivir incluso a ataques extranjeros.
Mencionar una costumbre que tal vez
tenga que ver con la ausencia de estructura judicial formal (más allá de la
existencia de un modo de resolución de conflicto) y es la vendetta y que opera cuando se ha pasado a llevar gravemente el
cumplimiento de alguna costumbre o norma al interior de la tribu, o respecto de
otro grupo. Con esta institución opera la de la compensación que es la entrega
de cabezas de ganado como restitución material del agravio en beneficio del ofendido.
Sistema de linajes
y de grupos de edad entre los Nuer
“Un
clan nuer es el mayor grupo de agnados que trazan una filiación a un antepasado
común y entre los cuales el matrimonio está prohibido y las relacione sexuales
se consideran incestuosas”[6]
Esta característica explica en parte
sustancial, como regla consuetudinaria, la proyección de la sociedad nuer. La
dimensión que le da tensión al clan es el o los linaje(s), que es la genealogía
que se remonta al origen del grupo (que pueden ser entre diez y doce
generaciones) y que permite asignarle identidad, pues por esta vía se puede
indicar el camino de los antepasados, su historia en un sentido sincrónico, del
individuo.
La pertinencia que sean varios linajes
–segmentados- unidos en un clan dependerá de las alianzas que se hayan
establecido en la genealogía, generalmente considera como agnados, es decir por
el lado paterno y que se suma de generación en generación hasta completar su
historia.
“Un
clan completo es una estructura genealógica”[7] que se ramifica hasta un
tronco común. Pero existe una dinámica tribal que es mucho más operativa que la
estructura del linaje y que conviven permitiendo diversificar la base genética
del grupo.
Dentro de la tribu se pueden dar tres
categorías de personas: diel, rul y jaang, que serían las segmentación de los linajes y responden
además a clases, sin las implicancias de estratificación que entendemos en
occidente, donde los diel serían la aristocracia y son una minoría que juega un
rol de representar el linaje original dentro de la estructura tribal. Los rul y
Jaang son linajes que se han incorporado de modo mucho más reciente al
árbol genealógico del clan.
El caso de los grupos de edad es un
modo de estratificación por funciones que marca al individuo por toda la vida
al establecer un lazo que ocasionalmente, cuando muere el último integrante de
un grupo puede ser modificado, pero siempre como estructura.
Por ejemplo un muchacho se integra
entre los 14 y 18 años a un grupo de edad que le acompañara como tal hasta que
se le asigne un rol en la siguiente atapa.
Decir que esta estructura solo es
aplicada para los hombres de la comunidad, de hecho la condición de niño y
mujer son las que están atrás de la de hombre y adulto.
Estructura social según Evans-Pritchard situando las ideas del autor en la historia del
desarrollo de la teoría antropológica.
Las relaciones estructurales es el
objeto de estudio de esta etnografía[8] y esta idea señala la posición
epistemológica, al menos en esta etapa teórica del autor.
Las estructuras sociales de los nuer
son posible describir, y de esta manera comprender las complejidades sociales
de esta etnia, determinada materialmente por su ecología, el medio ambiente
obliga a los integrantes de la comunidad a buscar la supervivencia en la tribu,
es el modo que se debe vivir.
Estas estructuras no son monolíticas
ni estáticas, son dinámicas e incluso son flexibles. Por ejemplo el ganado es
la base material y simbólica de la sociedad nuer, pero puede ser que en
condiciones adversar –como la sequías o enfermedades que diezmaban a las
manadas- la caza y la pesca sean actividades significativas para el disfrute de
la comunidad. Esta característica, dinamismo, está dada por la articulación de
un binomio que tensa la estructura: segmentación
y combinación (que implica una
apertura endogámica) es la que explica muchas de las tradiciones y usos de los
nuer.
Evans-Pritchard pasó en su vida
académica y profesional por distintos estadios[9].
Fue alumno de Malinowski en la década de
1920 pero luego discrepó del enfoque estrictamente funcionalista de éste.
Fue un impulsor del trabajo de campo
en perspectiva de buscar describir la estructura social que entregara elementos
que permitiera comprender las relaciones sociales, cuestión que muestra a nivel
de debate disciplinar en varios pasajes de esta etnografía, al señalar la
imposibilidad de construir un análisis sociológico, es decir acentuando en la
recurrencia de elementos sociales cuantificables y exportables como la idea funcionalista en boga en aquella
época. Se interesaba en la información que permitiera desentrañar los elementos
que entregaran una reflexión sincrónica, no importando qué tan atrás se pudiera
llegar, y tan profundo en la descripción, estaba la estructura que puede
entregar elementos de compresión de los fenómenos sociales.
Otro de los debates que enfrentó en su
trabajo etnográfico se refería a la calidad de ciencia de la antropología, y si
acaso, como impulsaba algunas facultades, debía responder como “ciencia
natural”, cercana a la biología y las disciplinas auxiliares de ese campo del
saber, o como él postulaba, debía ser un enfoque hermanada con las ciencias
humanas, en especial con a historia.
Un
rasgo singular de la personalidad es el compromiso político que adquirió con
algunas de las comunidades en las que se vinculó, y en especial en la Segunda
Guerra Mundial participó decididamente enfrentando al bando de Eje.
[1]
Nociones occidentales como nación, estado –en la ausencia total de su
estructura para los nuer- o pueblo son usadas solamente como referencia, pues
no existen ni como idea o práctica para ellos.
E.E.
Evans-Pritchard “Los nuer” Editorial Anagrama, Barcelona. Pág. 17
[2] E.E. Evans-Pritchard “Los nuer” Editorial
Anagrama, Barcelona. Pág. 28
[3] E.E. Evans-Pritchard “Los nuer” Editorial
Anagrama, Barcelona. Pág. 163
[4] Op.
Ci. 166
[5] Op. Ci. 200
[6] Op. Ci. Pág. 211
[7] Op. Ci. Pág. 212
[8] Op. Ci pág. 21
[9] Thomas Barfield (Editor) “Diccionario de
Antropología” Siglo XXI editores, s.a. de c.v. México. 2010. Para toda esta
parte del apartado se utilizó esta fuente bibliográfica.
Muchas gracias :)
ResponderBorrargracias muy bueno ....XD
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