Vacío y caliente (uno)
Anoche, en mi trabajo –el lugares en que ejerzo el oficio de cabrón- tocó un grupo de “rock-fusión” (con este adjetivo identificamos a toda agrupación musical que no tiene una clara denominación en un estilo que sea reconocible y que utiliza distintas familias de instrumentos, esto es, bronces con bajos y teclados, bongos y percusión, combinados en forma diversa y aleatoria según la pretensión de la agrupación) “Sr. Bond”. La niña que hace de vocalista se esforzó por entretener a unas veinte personas que se encontraba en el boliche identificado simplemente como Maestra, para otros “The Life Master”
La vocación del lugar es la música de raíz afro-caribeña y específicamente el género llamado “salsa”. Dentro de la programación los miércoles se presentan, generalmente, grupos tocando en vivo que se denominan “emergentes” (otro concepto difuso que intenta identificar agrupaciones que inician y no se encuentran en la calidad de consagrados).
Se contaba en esa veintena de espectadores a cinco o seis trabajadores, me cuento entre aquellos, cuatro amigos de la casa que son a la larga los que viven de la oscuridad cadenciosa de esta esquina de la noche, además del manager del grupo y su pareja, y cuatro o cinco “fans”.
Frío y humedad fue lo que se encontró en ese momento. Ni los esfuerzos de Álvaro, el dj, por calentar en algo los minutos previos de la fantasmal presentación, ni los chistes de doble sentido, ni los intentos de un borracho por ingresar a la fiesta, ni nada por el estilo sirvió para entibiar el lugar. Bueno, la excepción fue uno de esos espectros que pululan por las calles también habitual de Maestra, que lo llamaremos “Toni” y que se dedico a sobajar a su ocasional compañía y que lo más probable es que nunca se entero del vacío en el lugar. Felicidades por él, pues siempre the Life Maester da algo…
La vocación del lugar es la música de raíz afro-caribeña y específicamente el género llamado “salsa”. Dentro de la programación los miércoles se presentan, generalmente, grupos tocando en vivo que se denominan “emergentes” (otro concepto difuso que intenta identificar agrupaciones que inician y no se encuentran en la calidad de consagrados).
Se contaba en esa veintena de espectadores a cinco o seis trabajadores, me cuento entre aquellos, cuatro amigos de la casa que son a la larga los que viven de la oscuridad cadenciosa de esta esquina de la noche, además del manager del grupo y su pareja, y cuatro o cinco “fans”.
Frío y humedad fue lo que se encontró en ese momento. Ni los esfuerzos de Álvaro, el dj, por calentar en algo los minutos previos de la fantasmal presentación, ni los chistes de doble sentido, ni los intentos de un borracho por ingresar a la fiesta, ni nada por el estilo sirvió para entibiar el lugar. Bueno, la excepción fue uno de esos espectros que pululan por las calles también habitual de Maestra, que lo llamaremos “Toni” y que se dedico a sobajar a su ocasional compañía y que lo más probable es que nunca se entero del vacío en el lugar. Felicidades por él, pues siempre the Life Maester da algo…
(foto: hcf)
Welcome to Bloggerworld.
ResponderBorrarAhora bien, no hay que hacerle caso a Flores en todo lo que dice.
Nos vemos, aquí o allá, en el mundo digital o en el otro.