La mirada de ella...

UNO. La dificultad de su mirada es que nunca se si me busca o me descubre. Y es una de esas cosas que simplemente me desarma, me atormenta, cada vez con más fuerza.
El otro día le dije que mejor se tapara los ojos, los cerrara o simplemente hiciera como que no me ve. Ella rió con ganas, es como si le hubiese contado un chiste de esos que nunca termino bien, pero por lo mal que terminan dan mas risa.
Nunca se si ríe enserio –si, la gente a veces se ríe con la seriedad que requieren ciertos actos de la vida, así de fácil caballeros y caballeras, para que no se sientan que esto es sexismo que leen este pasquínesco articulo- o es que simplemente me esta inventando una broma, como de esas que se descubren cuando la casa esta avanzada.
Ella es así. Despide señales que nunca alcanzo a “dominar”, como dicen mis amigos del club de futboll, pues el arte de ser hombre es dominar las jugadas de las mujeres. DOS. Todo termino. Fue para mejor. Me encontré con mi amigo el “Jirafa”. Nos sentamos en la Terraza a tomar una cerveza. Me miro en silencio, con ese silencio sabio que tiene este tipo y me dijo “…mira huevon, que la mujeres se miden por los pases que entregan al entrar al área chica, que no es lo mismo que te presten siempre el chico -risas de amigo que sabe de lo que habla- y ella nunca fue de las que entregan el pase…”. Yo le mire y le pregunte: ¿Cómo mierda sabí que ella no me daba pases…?. Y la respuesta que me dío me dejo con una tranquilidad infinita. “Por que se notaba que la flaca no te veía cuando te miraba”.
Ven, se los dije, ella nunca miro como correspondía…
Igual la extraño…