Mirar el barco...

Novecento, el personaje del notable monologo del italiano Alessandro Baricco, decide bajar del barco que es su mundo después que nació en el mismo hacía tres décadas, y ha permanecido navegando –tocando el piano- por el Atlántico y el Pacifico. Un día decide descender del lugar que nunca ha abandonado, ni siquiera ha pisado el puerto en que recala el barco Virginian. Su amigo Tin Tooney le pregunta por qué, él le contesta: para ver el mar. Tim no lo entiende.
Debe ser maravilloso ese acto de mirar tu mundo, es decir, físicamente situarse en una punto donde puedes observar que es lo que veo cuando se ve el sistema en el que estoy situado.
Esa mirada es la que se requiere para comprender los límites del mismo. Tengo la idea que si las autoridades y los empresarios pudieran observar no el barco que navega en el mar, con sus tres clases, haciendo actos de buena voluntad, y miraran el mundo en que navegan ellos pudiera ser que comprendieran que es vivir con las remuneraciones de miseria que ganan millones de chilenos.
Existe un fuerte componente de arrogancia en la manera que se enfrenta de parte de la elite las necesidades de muchos, una soberbia al decir que en nuestro país existe un “acuerdo”, una “pacto” en torno al modelo económico, involucrando en ese supuesto consenso a la mayoría de los habitantes, y cuando surgen voces que reclaman una mejoría sustancial en el estado de las cosas, de manera provocativa se intenta decir –los que no miran su mundo- que todos estamos de acuerdo que es necesario “mejorar” los defectos del modelo, pero sin tocar la esencia del mismo.
Si la elite pudiera ver su mundo, no el de los otros, sino el propio con una perspectiva que sirva para enterarse a si mismos, que lo que tienen es la exageración, que es la desigualdad lo que produce un profundo malestar, tal vez se podría avanzar en un verdadero acuerdo, uno que involucre las transformaciones del modelo institucional, incorporando las distintas –a veces disímiles- maneras de comprender el barco en el que navegamos, asumiendo un modelo que en lo mínimo establezca criterios de resguardo de esa diversidad y de los recursos con los que contamos en la navegación.
Mañana 29 de agosto se está llamando a una jornada de protesta. Ha generado mucho expectativa, a tal punto que el vocero del gobierno ha manifestado una total comprensión de los motivos que se esgrimen para la convocatoria, y en un increíble juego comunicacional incluso el ministro Secretario General de Gobierno ha dicho que él marcharía por la mejora de las condiciones de los trabajadores. Algún sector del empresariado también dice comprender los motivos de la convocatoria.
Bueno, finalmente Noveciento no bajo de su mundo, le faltó un peldaño.

Comentarios

  1. Toda la razón hugo.
    Hoy la movilización fue distinta. por más intentos de la fuerza policial por desagregar a los manifestantes, volvieron en todo momento a reunirse en plaza italia. la doble moral y el intento por manejar el peso político de una manifestación como la de hoy día, se dejó ver a cada momento. varias notas al respecto:
    1. la libertad de circulación (motirizada) parece ser un derecho más importante que la libertad de manifestación. Insólito
    2. el uso de caballos para prohibir el acceso de la movilización a la Alameda. Medieval.
    3. proponer que la movilización fuera hacia el sur por vicuña Mackena. Ridículo.

    En contra del neoliberalismo, la música me hizo recordar en todo momento que, a pesar de todo, la lucha es por la libertad de nuestros corazones.

    pd: vi a varios bailarines de la Maestra Vida. La federación de ISAPRES posó para el paco-sapo y su cámara. Buena por eso!!

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