Sweeney Todd. El barbero diabólico de la calle Fleet
El tono oscuro de la ciudad acompaña la general oscuridad de los personajes. El gris de las paredes de una ciudad industrialmente contaminada –Londres de fines de siglo XIX- destruida por el sueño del progreso sin límites, es el gris de los habitantes que son fantasmas que se cobijan en sus labores especializadas de producción y consumo masivo, que en todo caso no alcanza a ocultar ni contener el conflicto social siempre presente y que impulsó el proceso de consolidación del movimiento obrero en la época.
Un barco se abre paso por las aguas frías del Támesis. En él dos sujetos, un joven que ve el mundo desde la maravilla de la sorpresa es Anthony Hope (interpretado por Jamie Campbell Coger), su contraparte es Sweeney Todd (Johnny Depp) el oscuro héroe de Tim Burton, que pregona la venganza a manera de resarcirse del dolor de la perdida de su vida en manos del juez Turpin (Alan Rickman) que le ha quitado, además, la posibilidad de la felicidad junto a su mujer e hija.
Esta es una película sobre el optimismo perdido, la decadencia de la especie humana, la imposibilidad de la felicidad en un lugar oscuro, donde la luz es consumida por las paredes carentes de color. Si no fuera por Anthony Hope o incluso el pequeño Toby (Ed Sanders) antes de la conclusión del relato, la historia sería una decadente reflexión sobre la humanidad.
Adaptación de un musical que se presentó con éxito en varios escenarios de Estados Unidos. En nuestra tradición cultural latinoamericana no existen muchas referencias a este género. El film, de todas maneras, logra un ritmo que la hace atractivo, la interpretación de las canciones es hecha por cada actor sin doblaje, y se reconoce un esfuerzo por encontrar los registros de cada cual, considerando que los principales interpretes no son cantantes (Johnny Depp tuvo que realizar largas jornadas de entrenamiento). Pudiera ser que en algunos pasajes se hace excesiva en el despliegue de la lírica, pero es tal vez por la falta de costumbre en el género que se hace algo tediosa.
Quien conozca la filmografía de Burton podrá encontrar parte de la estética y elementos conceptuales de su obra. La oscuridad del gótico, la reminiscencia a la pesadilla y al tormento del ser humano, la tensión sexual contenida en la inocencia de los pálidos cuerpos de la doncella o la pureza de los mancebos. En este film encontramos, además, la fascinación por el gore, la sangre y la truculencia del cuerpo mutilado y consumido por los habitantes de la ciudad. En una metáfora de la fagotización de los desaparecidos, de los que se pierden en la noche y nunca más se sabe de ellos.
Es una película irregular, que entretiene pero no entusiasma, que aporta a la obra de su director, y demuestra las fortalezas que actores multifacético como Johnny Depp o Helena Bonham Carter.
Un barco se abre paso por las aguas frías del Támesis. En él dos sujetos, un joven que ve el mundo desde la maravilla de la sorpresa es Anthony Hope (interpretado por Jamie Campbell Coger), su contraparte es Sweeney Todd (Johnny Depp) el oscuro héroe de Tim Burton, que pregona la venganza a manera de resarcirse del dolor de la perdida de su vida en manos del juez Turpin (Alan Rickman) que le ha quitado, además, la posibilidad de la felicidad junto a su mujer e hija.
Esta es una película sobre el optimismo perdido, la decadencia de la especie humana, la imposibilidad de la felicidad en un lugar oscuro, donde la luz es consumida por las paredes carentes de color. Si no fuera por Anthony Hope o incluso el pequeño Toby (Ed Sanders) antes de la conclusión del relato, la historia sería una decadente reflexión sobre la humanidad.
Adaptación de un musical que se presentó con éxito en varios escenarios de Estados Unidos. En nuestra tradición cultural latinoamericana no existen muchas referencias a este género. El film, de todas maneras, logra un ritmo que la hace atractivo, la interpretación de las canciones es hecha por cada actor sin doblaje, y se reconoce un esfuerzo por encontrar los registros de cada cual, considerando que los principales interpretes no son cantantes (Johnny Depp tuvo que realizar largas jornadas de entrenamiento). Pudiera ser que en algunos pasajes se hace excesiva en el despliegue de la lírica, pero es tal vez por la falta de costumbre en el género que se hace algo tediosa.
Quien conozca la filmografía de Burton podrá encontrar parte de la estética y elementos conceptuales de su obra. La oscuridad del gótico, la reminiscencia a la pesadilla y al tormento del ser humano, la tensión sexual contenida en la inocencia de los pálidos cuerpos de la doncella o la pureza de los mancebos. En este film encontramos, además, la fascinación por el gore, la sangre y la truculencia del cuerpo mutilado y consumido por los habitantes de la ciudad. En una metáfora de la fagotización de los desaparecidos, de los que se pierden en la noche y nunca más se sabe de ellos.
Es una película irregular, que entretiene pero no entusiasma, que aporta a la obra de su director, y demuestra las fortalezas que actores multifacético como Johnny Depp o Helena Bonham Carter.
SWEENEY TODD, EL BARBERO DIABÓLICO DE LA CALLE FLEET (SWEENEY TODD, THE DEMON BARBER OF FLEET STREET) (2007)Director: Tim Burton / Productores: John Logan, Laurie MacDonald, Richard D. Zanuck / Guión: John Logan, según la adaptación de Christopher Bond del musical de Hugh Wheeler y Stephen Sondheim / Fotografía: Dariusz Wolski / Música: Stephen Sondheim / Intérpretes: Johnny Depp (Sweeney Todd), Helena Bonham Carter (Mrs. Lovett), Alan Rickman (juez Turpin), Timothy Spall (Beadle Bamford), Sacha Baron Cohen (signor Adolfo Pirelli), Jamie Campbell Bower (Anthony Hope), Laura Michelle Kelly (mendiga), Jayne Wisener (Johanna), Ed Sanders (Toby), Gracie May, Ava May, Gabriella Freeman... / Nacionalidad y año: Estados Unidos / Reino Unido 2007
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