Portapapeles. nueve.
Amada amante:
El día que te asesine con la punta de los dedos
/ sobre la zona que se humedece con el deseo.
Te fuiste con otro, el otro día,
/ y la siguiente vez que te vi, te di tu merecido
/ amada amante.
Te desvestí en la esquina más oscura de la madriguera.
Tus pechos rebotaron en mi boca,
/ y probé, una vez más, el sabor salado de tu sangre.
Te deleitaste con mi brutalidad al penetrar hasta la última sombra de tu alma,
/ gozando de tanto gozar, me dejaste sin deleite,
/y por eso no mereces otra cosa que masticar mi nombre entre los dientes.
Amada amante.
¿por qué no te cubres la sonrisa placentera de placer?
Me gusta, amada amante,
/ ser la pieza faltante de tu querer.
El día que te asesine con la punta de los dedos
/ sobre la zona que se humedece con el deseo.
Te fuiste con otro, el otro día,
/ y la siguiente vez que te vi, te di tu merecido
/ amada amante.
Te desvestí en la esquina más oscura de la madriguera.
Tus pechos rebotaron en mi boca,
/ y probé, una vez más, el sabor salado de tu sangre.
Te deleitaste con mi brutalidad al penetrar hasta la última sombra de tu alma,
/ gozando de tanto gozar, me dejaste sin deleite,
/y por eso no mereces otra cosa que masticar mi nombre entre los dientes.
Amada amante.
¿por qué no te cubres la sonrisa placentera de placer?
Me gusta, amada amante,
/ ser la pieza faltante de tu querer.
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