A México..

El sol no alcanza a cruzar la capa de tenues nubes de invierno. Hace días que no cae lluvia en la ciudad, y maldición de maldiciones, el aire se vuelve en cada jornada más irrespirable. Es como caminar entre una bruma azulada y tibia que te provoca una sensación de desesperación.
Esta tarde parte la Julieta Vivar va a México. Va por que tiene familia, amigos y le permiten terminar sus estudios de sociología en una de las universidades jesuitas del norte. Ella alcanzo a reconocer esta geografía –podría ser que nunca llegue a tal cosa, siquiera cada uno nuca llega a ser parte de un lugar- incluida esa parte que compone la humana condición de ser “nosotros” –nuevamente dudo que tal cosa exista, eso de ser chilenos mas que como constructo, un invento difuso que es en lo mínimo un resquicio de “dominación” de nuestras propias fisuras individuales y que se canalizan en el discurso de la masa. La semana pasada estuve en su departamento. Preparo una tortilla, de esa sobre la que se hacen los tacos, con la que se arma una especie de pastel con una pasta a base de porotos negros. Bastante rica la cosa esa, pienso ahora. Lo acompañamos con sorbos profundos de mate.
La conversación estuvo por el lado de los proyectos, de la vida que cada uno espera, de la manera de allegarnos a algo que podría ser metas. En este momento debe estar preparando a partir, alejarse de esta congestionada ciudad, cruzando las tenues nubes para encontrar el calor del norte, suerte..