Los escenarios para las elecciones presidenciales de segunda vuelta
Existen tres escenarios posibles para la segunda vuelta presidencial de este domingo 14 de diciembre, y cada uno genera horizontes distintos.
i)
Kast triunfa con una diferencia de
votos de más de 10 puntos;
ii)
Kast gana la contienda con un margen
menor de 10 puntos;
iii)
Jara triunfa la elección
presidencial.
Según distintas proyecciones que están a disposición
de los comandos, los dos escenarios en que triunfa Kast son los más probables,
siendo el primero el que debe generar mayor preocupación para el mundo
progresista, pues una distancia que supere el 10% (1,3 millones) pesarán para
el relato de un triunfo absoluto colocando inmediatamente al candidato de las
derechas como el más votado en la historia de Chile.
Sobre la base de los 13 millones de votos válidamente
emitidos de la primera vuelta, Kast está logrando desde ya 6 millones de sufragios,
sumando los tres candidatos de derecha. Con ese patrimonio necesita muy poco
para ganar este domingo, cuestión que ha demostrado con la actitud casi
pusilánime, por lo que sumar apoyos para alcanzar ese 10% de ventaja ideal para
su proyecto, requirió ajustarse a su libreto: no responder cuestionamientos
programáticos; usar el condicional “depende” como forma de distraer aquellas
preguntas que no quiere o no puede contestar sin que quede en evidencia su
falta de consistencia o un doble discurso sobre lo que realmente pretende en su
administración; y por supuesto faltar a la verdad de múltiples temas.
En este punto parece necesario señalar que la
desventaja de Jara fue tan abrumadora desde el 16 de noviembre que todo lo que
logre avanzar se debe valorar como ganancia. Esto explica que su discurso se ha
movido al centro de un modo que el programa de Bachelet II fue mucho más
avanzado en su aspiración reformadora, cuestión que hoy parece un murmullo del
ciclo de ascenso del mundo social que exigía cambios profundos en aquella etapa
de la década pasada, hoy es más urgente que el programa de ultraderecha pase con
los menos votos que sean posibles.
Por lo tanto, esto es lo que creo que pudiera ser el
rango de un resultado realista e ideal en estas circunstancias: línea máxima
Kast 54%, Jara 46% de votos válidamente emitidos (votos nulos y blanco que debieran
estar en torno al 10%).
El peor de los escenarios, por cierto, es el que el
derechista logre una ventaja de más de 10 puntos, pues en ese contexto su
inicio disruptivo se hace más probable.
Desde hace algunas semanas, algunos columnistas de derecha
han levantado la idea de los dos modelos de administración que pudiera seguir
un gobierno de Kast: el de la presidenta de Italia Giorgia Meloni, es decir
una
instalación y despliegue de baja intensidad en que sus propuestas más disruptivas
se desplegaran entremedio de medidas efectistas; o el esquema del argentino
Javier Milei, es decir motosierra y shock en los primeros 100 días, sin dar
tiempo ni espacio para la recomposición de una oposición social que pueda
responder la alarma de un gobierno que utilizará extensivamente la “potestad administrativa”,
es decir gobernar con el decreto como herramienta, algo que ya adelantó en
septiembre cuando se refirió al papel del Congreso y la necesidad de un “gobierno
de emergencia”.
El tercer escenario, el triunfo, es improbable como aquella
especulación irónica que realicé en una columna anterior sobre la “hipótesis de
la simulación”, lamentablemente con las declaraciones del Diputado republicano
José Carlos Meza o salidas de libreto de Rodolfo Carter no permiten alcanzar el
objetivo, se necesitaría un mes de campaña.
Algunas consideraciones para tener a la vista cuando
se conozcan los resultados el domingo:
- Descreer
en la narrativa del nuevo “clivaje” en torno al 38% / 62% del resultado
del plebiscito de 2022 que ganó el rechazo. Lo cierto es que, desde aquel
evento, resultado de múltiples factores que impactaron el proyecto
constitucional reformista, se ha mantenido de modo más o menos estables la
relación 55/45 de las elecciones presidenciales desde el 2017, dando
ganador a presidentes de cada uno de los sectores del duopolio político
que hegemonizan desde la transición;
- Tomar nota
que en las ciudades del centro, especialmente la Metropolitana y Valparaíso,
que concentran casi la mitad de los electores, Jara logrará importantes apoyos,
incluso es probable que en comunas populares se imponga al candidato de
ultraderecha, en esos espacios se deben profundizar los esfuerzos
transformadores. El voto de derecha está en las zonas de provincias, en el
sur y en el campo, eso debe servir para priorizar el trabajo en esos
territorios;
- El
problema para el mundo popular y progresista no es “el voto obligatorio”,
es la incapacidad de la izquierda para mantener y sostener el espesor de
las ideas transformadoras, en un contexto disruptivo que provocan las
nuevas tecnologías y redes sociales. Pero hay muestras en distintos
lugares en que las fuerzas reaccionarias han sido derrotadas imponiendo programas
reformistas, como fue el caso del alcalde de la ciudad de Nueva York Zohran
Mamdani;
- Hay una responsabilidad en este probable resultado y tiene que ver con la gestión del gobierno de Apruebo Dignidad-Socialismo Democrático que deberá ser analizada y calibrada en su justa medida, porque en aquello está la posibilidad de aprendizaje.


