Carta abierta al desierto. Más fértil en ella, la viajante.

Mi Estimada Señorita:

Casablanca es un estado de ánimo, una circunstancia que está alojada en una representación al interior de cada cual.
Cuando le sugerí con un “Casablanca, siempre Casablanca…” me refería a que ya está en Marruecos, y de lo que hemos hablado en varias ocasiones es que el viaje se recorre desde dos o más dimensiones, una, al menos es la del movimiento físico-geográfico, pero otro tan importante es el sincrónico, el del viajero inmóvil, el que se realiza en el interior del observador, es el viaje que logra trascender, aproximar a un lugar.
Casablanca, la obra fílmica de la cual le he hablado en alguna oportunidad, es una representación de todos los sueños del alma, las combinaciones posibles que se pueden dar en la naturaleza humana llevada al extremo de las coyunturas adversas. Habla de algo que relata todo mito, desde el viaje y la lucha de Ulises, hasta la búsqueda de Damian de Hess.
Casablanca está en ud., está en mí. Está en la noche larga de rumba, en el calor del cuento escuchado cuando niña, apretada al pecho de la cuidadora de su noche. Casablanca es tan metáfora como la retirada a las cinco de la mañana de Maestra Vida, es decir, sentir que la noche se ha hecho una comunión, mucha más dudosa que certera, la unión de lo que genera miedo y de lo que se enfrenta con valentía.
Soy de los que adscriben a al idea de los arquetipos, y la gran fuerza de Casablanca es su condición arquetípica, es decir, trasciende su calidad de lugar fijado en Marruecos, es un lugar que se encuentra en muchos lugares. De hecho, se debe decir que al filmar la película, jamás sus productores conocieron o estuvieron en dicho paraje, todo se grabo y preparó en un estudio en EE.UU. Por lo tanto al hablar de este lugar estamos refiriéndonos a su barrio, a mi calle, a la esquina de Pio Nono con Santa Filomena, donde los hombres buscan un salvoconducto para salir de este mundo, arrancar a un sueño tranquilizador, lejos de la guerra diaria.
Yo no seré Rick, pero soy un Caronte.

Con cariño. Un abrazo.