Portapapeles xiii
Es un estandarte que se va haciendo incomodo
Al principio –juro que lo hubo- era una especie de orgullo, la manifestación de la independencia suprema, de la identidad que se hace de a poco, en un camino serpentéate pero infinitamente estimulante,
Luego fue el desasosiego.
Leo como un sonámbulo sin descubrir el sentido de las palabras: “Duro es vivir, más duro es tener que vivir”.
Lo escuche de Pessoa y creí que era todo lo que tendría que saber del camino,
mi herramienta definitiva que se daba el sentido como todas las cosas en algún momento.
La tos no deja descansar.
Creo en la predestinación de las estrellas, lo ví en unos ojos que nunca me han mirado
/ siempre he sido un cursi, mas aun cuando no puedo pegar los ojos de cansado malestar.
Regreso al principio.
Es mi estandarte y es incomodo, se hace ancho en mi pecho.
Esta noche descubrí tantas cosas que no se como decirlas
Descubrí que estoy cansado
Que la jornada es larga según la longitud de la paciencia que se apaga
Que escucho mejor cuando se que los ojos se extravían
/ uno para el alma el otro para esperar que el suelo aguante tanto peso
Descubrí que no tengo nada que hacer por nadie
Que la solución para todo este entuerto es la contemplación
Me cansé… solo lo suficiente como para no dormir esta mañana.
Al principio –juro que lo hubo- era una especie de orgullo, la manifestación de la independencia suprema, de la identidad que se hace de a poco, en un camino serpentéate pero infinitamente estimulante,
Luego fue el desasosiego.
Leo como un sonámbulo sin descubrir el sentido de las palabras: “Duro es vivir, más duro es tener que vivir”.
Lo escuche de Pessoa y creí que era todo lo que tendría que saber del camino,
mi herramienta definitiva que se daba el sentido como todas las cosas en algún momento.
La tos no deja descansar.
Creo en la predestinación de las estrellas, lo ví en unos ojos que nunca me han mirado
/ siempre he sido un cursi, mas aun cuando no puedo pegar los ojos de cansado malestar.
Regreso al principio.
Es mi estandarte y es incomodo, se hace ancho en mi pecho.
Esta noche descubrí tantas cosas que no se como decirlas
Descubrí que estoy cansado
Que la jornada es larga según la longitud de la paciencia que se apaga
Que escucho mejor cuando se que los ojos se extravían
/ uno para el alma el otro para esperar que el suelo aguante tanto peso
Descubrí que no tengo nada que hacer por nadie
Que la solución para todo este entuerto es la contemplación
Me cansé… solo lo suficiente como para no dormir esta mañana.
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