Luksic Lederer, el candidato de la élite y la tradición de la oligarquía en la política en Chile

Hace algunas semanas fue publicada una entrevista, en dos páginas principales del periódico La Tercera al candidato a alcalde de la derecha por la comuna de Huechuraba, Maximiliano Luksic Lederer, heredero de una de las mayores fortunas en Chile, integrante de una familia que controla uno de los bancos del país, además de participar en una serie de intereses industriales y comerciales, cuentan con un grupo mediático que encabezan Canal 13 de televisión y holding radial RDF Media, de hecho el mismo Luksic Lederer fue director general del canal de televisión  hasta mayo de 2024.

Solo con este último dato se podría validar aquella crítica tan mal recibida del representante del gobierno en TVN Francisco Vidal, también de hace algunas semanas, en el sentido que la existencia de medios de comunicación hegemonizados por un selecto grupo de empresarios debiera ser una alerta permanente sobre la independencia de las líneas editoriales, los intereses a los que responden y el impacto en la comunidad que dichos intereses logran.

Pero para aterrizar a una justa relación de hechos, sobre qué riqueza es parte el personaje al que nos estamos refiriendo, el grupo Luksic suman ganancia de 11.339 millones de dólares, informadas a CMF el 2022 (Hugo Fazio Rigazzi en “Mapa de la extrema riqueza en Chile. 25 años después” LOM, 2023).

Ciertamente estos antecedentes solo encuadran algo de lo que el mismo candidato declara buscar con este desafío electoral, lo describe como un proceso personal, un llamado a la actividad pública, puntualizando: “Mi candidatura viene por el deterioro que he visto en la política, por la polarización. Eso a mí me ha afectado… viendo eso, y que las soluciones no se estaban dando a nivel político, dije: “Bueno, ¿cómo quiero aportar? ¿Cómo podemos hacer una diferencia?”. Algunas personas pueden pensar que este paso es loco, pero para los que me conocen no lo es, porque siempre he estado ligado al servicio. Mi carrera ha estado ligada a esa temática desde lo que fue la hotelería, estar en un canal de televisión. Entonces, me gusta…” (*)

¿Por qué sería significativo para el debate tener a la vista los vínculos entre el patrimonio de la fortuna Luksic, y la conversión de su heredero en candidato? Va más allá que al leer su entrevista se percibe frivolidad, un heredero de aquella magnitud se involucra, legítimamente en todo caso, en la política contingente para responder a lo que señala, el deterioro de lo público, y de manera casi metafísico, suscrito como un desafío personal, puede ayudar a resolver dicha crisis.

En todo caso existe una cierta tradición en la historia en Chile de personajes de la élite que asumen en su condición de oligarca, tener la capacidad de resolver las desviaciones y vicios de lo público, algo que teoriza Gabriel Salazar y Julio Pinto, al analizar la pulsión de las élites por constituirse como liderazgo desde la administración del Estado, señalan citando a Alberto Edwards, la construcción de la nación debía ser encabezado por “patricios” en torno a un proyecto de “orden y unidad nacional”, línea que evoluciona desde el “proyecto portaliano” que en 150 años de vigencia vuelve a expresarse en cada generación.

Utilizando el esquema de Max Weber para una tipificación de la fuente del liderazgo de una comunidad como la nuestra: poder legal (la propia de un ordenamiento jurídico que asigna dicho poder); poder tradicional (basado en el carácter heredado y/o patriarcal); y poder carismático (afección de un jefe o conductor político). Desde este punto es posible realizar una disquisición sobre la proyección de aquella tradición de las élites cuando se trata de saltar de un ámbito empresarial al político, y viceversa, siendo el ejemplo exitoso más próximo el del fallecido Sebastián Piñera, un personaje que no tuvo ningún escrúpulo para combinar ambas dimensiones, al punto de acometer de manera delictual, algo que siempre es bueno recordar, como lo señala la investigación del periodista Sergio Jara Román en “Piñera y los Leones de Sanhattan” (Planeta, 2018).

Es por tanto, en aquella profunda tradición oligárquica en que al parecer se puede situar la candidatura del heredero Luksic Lederer, aquella que por extensión de su experiencia de administrador del poder que genera la riqueza, encabezando proyectos hoteleros y comunicacionales, tendría las condiciones de ser ungido como representante popular, y por esta vía lograr aportar a resolver los nudos críticos de la administración del estado, y que probablemente sea este el camino para asumir posteriores “desafíos” de mayor magnitud, total es hombre joven, con tiempo y recursos para recorrer las pellejerías de la política, de eso la historia de Chile puede señalar varios y exitosos herederos y miembros de la élite empresarial.


* La Tercera. Entrevista del 21 de julio de 2024 





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