Maduro, o cómo evitamos botar todo lo que fue el proceso bolivariano
Nicolas Maduro nunca fue Hugo Chávez, y esta constatación física sirva de principio para situar que el proceso bolivariano en Venezuela se comenzó a ir al carajo con la continuidad que significó la ausencia de comandante y la asunción de Maduro. Lamentablemente que en esta deriva histórica, los que se han visto más afectados ha sido, en primer lugar, el pueblo que creyó en la revolución bolivariana y que después de 25 años de gestión el proceso es muchas cosas, pero está lejos de aquel sueño emancipador que inició en la década del 2000, y lo de este domingo es el último capítulo que para los individuos que tenemos posiciones emancipadoras, libertarias y de izquierda nos debe llevar a colocar un límite en los últimos acontecimientos.
El de Venezuela no es un proceso emancipador del modo como
lo señalaron aquella primera generación que llegó al poder en 1999 con Hugo
Chávez a la cabeza, es algo muy distinto, y los 8 millones de venezolanos que
han salido de ese país, de los cuales 700 mil están en Chile, dan testimonio,
lo mejor de esa nación, y lamentablemente también lo peor de su gente.
Quiero situar algunos aspectos de aquel proceso que
desembocan en la crisis que estamos viendo a esta hora:
1.- La mejora sustancial de las condiciones macroeconómicas
de Venezuela se han dado gracias a un giro sustancial del modelo económico del
gobierno, además del relajo de las sanciones económicas en los últimos dos
años, algo que ha significado, entre otras cosas, que el nivel doméstico de la
economía ha mejorado sustancialmente;
2.- Si solo consideramos el anterior elemento, podría ser
perfectamente posible que a nivel general un 50% de la población considere que
el modelo -devenido en un esquema de capitalismo estatista más cerca del modelo
Chino- puede ser apoyado, sería un logro de la apuesta por las reformas, pero
esta posibilidad abre la puerta a que los otros elementos del sistema
democrático (elecciones libres, libertad de prensa, libertad ambulatoria…)
deban ser aplicado en regla;
3.- El chavismo logró instaurar un sistema electoral muy
superior al de muchas naciones democráticas liberales en occidente, algo que
fue reconocido por observadores internacionales en anteriores elecciones, esta
vez algo no cuadra en los tiempos de respuesta y en la resistencia de colocar
las actas electorales a disposición de esas mismas instituciones que en
anteriores oportunidades validaron aquellas contiendas;
4.- la única opción que tienen las autoridades venezolanas
es abrir al par las actas y dejar que sean auditadas, no hay otro modo.
Lo de Venezuela a devenido en un sistema autoritario, que a
pesar del asedio reaccionario y criminal de la derecha y sus gobiernos
cómplices ha sido un obstáculo real, en eso no nos podemos perder, pero no
corresponde la defensa de un gobierno con fuertes indicios de corrupción
(denunciado por cientos de exmilitantes del chavismo) y que restringe
libertades políticas, creo que si hay habilidades en los líderes del proceso,
entenderán que este cuarto de siglo no se puede botar a la basura, han logrado
solidificar un apoyo que en muchos estudios la señalan como significativa, y
que en el juego democrático podrán seguir disputando el poder, pero eso solo
será posible si salen dignamente de esta coyuntura, de otro modo será un
estrepitoso nuevo fracaso para las fuerzas que están por la emancipación
humana.