Llaitul y el giro del gobierno, una nueva deriva

Hay varias cosas que van mal en la gestión de este gobierno -por el que voté e inmediatamente aclaro, en todo caso, que ante circunstancias similares a la que se generó cuando apoyé a Apruebo Dignidad en 2021, repetiría dicho apoyo- es que hay respecto de la situación del peñi Héctor Llaitul un grave problema para los que se acomodan a las circunstancias coyunturales, y es que este luchador tiene un horizonte temporal mucho mayor que 4 años de gestión de un gobierno, y tarde o temprano si aquellos que hoy lo apuntan con el dedo tendrán que responder por estas contradicciones. Resulta que la lucha del pueblo mapuche lleva siglos, y de este lonco varias décadas, y una prisión a esta altura no lo inhibirá ni el estado, ni las coyunturas oportunistas, es probable que solo el triunfo o la muerte lo detendrá.

Desde mi posición de huinca de izquierda me permito opinar que en todo este proceso se han cometido errores políticos de parte de las comunidades en lucha por la autonomía, especialmente en ese primer momento de la gestión de este gobierno, marzo de 2022, que ofreció un atisbo de entendimiento político, yo habría tomado dicho ofrecimiento y habría tirado hasta que se cortara, pero eso es lo que mis percepciones me indican, sobre el resto de la lucha que siguen en wallmapu no hay ninguna diferencia de cómo sentí admiración y compromiso hace 15 o 20 años de activismo como militante de la causa mapuche.

Hay una soberbia de parte de algunos dirigentes que no han entendido que esta es una lucha que nos trasciende, y que todo lo que hagan o dejen de hacer hoy, les escupirá por no asumir el llamado de transformar la realidad con coraje y valentía, solo por quedar bien con aquellos dueños del país que no toleran que un pueblo se levante y exija libertad.

Pero, además, este tipo de conductas tiene otro trasfondo, y es que un gobierno que está arrinconado o intenta avanzar con lo que tiene, que es el apoyo popular, o como al parecer ha asumido, que han perdido y entregan cada vez más posiciones, en fin, me incomoda este giro en torno a temas que son esenciales para la construcción de una gestión digna con el pueblo. 


Imagen tomada en febrero de 2018 en oficina de Defensoría Popular, Santiago 


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