El eslabón más débil
La policía es el íntimo enemigo de los soñadores, son la mayor manifestación de la apatía al orgullo de la juventud, con sus cuerpos cubiertos en su traje inmaculado de pureza.
Es mayor el mayor teniente, o un capitán que escupe sus órdenes a sus subalternos, militares, formados, sin conciencia, obedientes y obsecuentes que rompen las columnas de marchantes que piden libertad y fin a la injusticia.
Y que contradictorio, si ellos son la injusticia. La llamada al orden esconde la inmundicia de su obediencia a la tiranía.
Ese viernes escupieron todo, apalearon y arrastraron, cobardes, a los que tuvieran sueños, no quedó un uno sin gas, sin agua contaminada, sin palos ni fuerza.
Es mayor el mayor teniente, o un capitán que escupe sus órdenes a sus subalternos, militares, formados, sin conciencia, obedientes y obsecuentes que rompen las columnas de marchantes que piden libertad y fin a la injusticia.
Y que contradictorio, si ellos son la injusticia. La llamada al orden esconde la inmundicia de su obediencia a la tiranía.
Ese viernes escupieron todo, apalearon y arrastraron, cobardes, a los que tuvieran sueños, no quedó un uno sin gas, sin agua contaminada, sin palos ni fuerza.
Pero esa misma jornada creció la promesa: no dejaremos que nuestros sueños se escondan, los gritaremos hasta que ellos entiendan, de una vez por todas que nosotros somos más.