...tras el viento...

Correr tras el viento, tras un torbellino que no se puede asir al pecho.
Jorge Luís Borges en la década del treinta daba cuenta de un debate en torno a la totalidad de las palabras, a la elaboración de la “Biblioteca Total”.
La pertinencia de ese debate tenía que ver con la posibilidad de contener todas las palabras, frases, oraciones, párrafos, las metáforas que se podrían crear en el universo verbalizable.
Cuantas veces he repetido formas sintácticas, combinaciones de ideas para expresar un sentimiento. Qué tan cerca he estado de la biblioteca total, mi pretendida condición de constructor de sueños escritos.
Y de nada sirve el modelo sofista, palabras vacías la mayoría de las veces, sin otra oportunidad que el silencio del alma que las mira desprevenidas, sin despertar emoción.
Y ahí está ella, la depositaria de todos los desvelos, la del millón de pecas, la de los hechizos que me serpentean, y yo sólo cubierto por la coraza de unas palabras que se mezclan y reinventan cada vez que quiero contenerla. Y ellas es el torbellino...