Juno


La complejidad –y riqueza se debiera admitir- de las relaciones humanas está en la diversidad de combinaciones que se pueden dar de acuerdo a cada sujeto que realiza el vinculo, partiendo de la evidencia de que cada cual es un proceso único e irrepetible. Desde este supuesto, la forma de abordaje de la vida de Juno es única, no podría tener otra similar, aunque existan desde las ciencias humanas la pretensión de encontrar patrones comunes, lo cierto es que cada realidad se supera por otras singularidades que hace de esa una experiencia sin igual.
Juno, (interpretada por la talentosa canadiense Ellen Page) encarna la identidad de la adolescente que se transforma, a los 16 años, en prospecto de madre. Es el conflicto de millones de jóvenes en el mundo, a sido el conflicto de muchas más en la historia humana, pero que en la realidad “civilizada” de la familia de Juno se enfrenta de manera consistente y consiente a lo que debiera ser un ideal para encarar situaciones que potencialmente pudieran generar crisis en los sistemas familiares, y que a la larga pudieran provocar conflictos cíclicos en el grupo.
En un tono ligeramente moralizador –la escena de la clínica abortiva- aunque solo se enuncia un punto de vista sobre la pertinencia de la decisión que opera desde el ámbito de la mujer y sus derechos reproductivos, la película muestra el proceso que vivencian los seres entre la toma de decisión, la entrega de adopción –parece ser la alternativa ética que el director y la guionista proponen- y la vivencia de la paternidad junto con su pareja, un joven desprovisto de otro encanto que inseguridad propia de la etapa que vive, con las contradicciones y vocaciones en construcción permanente.
En todo caso la desprejuiciada forma de abordar el conflicto que muestra Juno no logra contener los otros que se observan alrededor de ella. Su padre y familia; la pareja que está dispuesta a la adopción de la criatura; las relaciones que se despliegan en el entorno escolar. Todas son manifestaciones de los ciclos ensayados una y otra vez por los prejuicios sociales, señales atávicas, ethos reprochador de la conducta sin culpa, como si la maternidad adolescente, los derechos reproductivos, la opción de la adopción fueran temas de decisión de la Polis.
Adquiere relevancia central, en todo caso, la actitud provocadora de Juno. Ella es una guerrillera que asume, con dudas y miedo, pero con fuerza cuando ya ha tomado el camino, mirando el final de la ruta.
La mirada aguda de Juno ha encontrado la salida, entregar en adopción al recién nacido y fija su esfuerzo en conocer a una pareja de exitosos profesionales que viven en un suburbio acomodado de la ciudad. Pero detrás de la exitosa fachada, replicas de casas adornadas para la portada de los modos de vida que inunda el sueño americano, se encuentran las contradicciones y obsesiones que es una reiteración de la idea de las complejidades de los procesos de relaciones humanas, de proyectos personales que chocan con la incomunicación y la construcción de imágenes comunes de procesos.
Mark y Vanessa Loring son los elegidos. Vanessa se esmera, quiere vivenciar el embarazo de Juno, y ella se entrega a mostrar los avances. Mientras tanto reconoce las contradicciones de Mark.
Una potente película. Más que recomendable.

Dirección: Jason Reitman. País: USA.Año: 2007. Duración: 91 min. Género: Comedia dramática. Interpretación: Ellen Page (Juno), Michael Cera (Bleeker), Jennifer Garner (Vanessa Loring), Jason Bateman (Mark Loring), Allison Janney (Bren), J.K. Simmons (Mac), Olivia Thirlby (Leah), Eileen Pedde (Gerta Rauss), Rainn Wilson (Rollo), Daniel Clark (Steve Rendazo), Aman Johal (Vijay).
Guión: Diablo Cody. Producción: Lianne Halfon, John Malkovich, Mason Novick y Russell Smith. Música: Mateo Messina. Fotografía: Eric Steelberg. Montaje: Dana E. Glauberman.

Comentarios

Entradas populares