La Mujer de Lujo
El amor se construye. Podría ser una las formas de ver “Mujer de Lujo”. Otra sería desde la decadencia del modo de vida burgués. En algún sentido esta película tiene algo de esas dos formas, pues es una comedia romántica que se inserta en un ambiente sofisticado que contiene un todo estéticamente consistente, tal vez por que se ambienta en la costa mediterránea francesa. Esta historia sería muy mal contenida en otra locación. Es una historia de construcción de amor que parte desde alguna absurda coincidencia, en el minuto del encuentro de dos seres profundamente solos, que comparten casi un tedio por sus oficios, él camarero de un hotel cinco estrellas, ella una busca fortunas. Una noche de amor que en nada afecta los planes de ella, pero para él fue todo un sueño hecho realidad.
Audrey Tautou interpreta a Irene, la mujer del sueño, que busca a uno de esos burgueses que transitan por los balnearios de la Costa Azul y en lo posible poder casarse y ser millonaria. Gad Elmaleh interpreta a Jean que no aspira, aparentemente, más que hacer su trabajo y vivir tranquilo, como millones de otros sirvientes que habitan el planeta. El acto de amor será el entregar todo por ella, sus ahorros, su identidad y su trabajo por lograr tenerla. Ella en algún minuto responderá a ese sacrificio.
La falsedad de los roles que adquiere cada cual, las parejas de amantes, los millonarios en busca de placer, los espacios decorados de manera barroca, con diálogos que son discursos de venta para complacer al otro, son sintetizados en la declaración que hacen los dos a sus respectivas “parejas” sobre la tranquilidad y pureza del restaurant en el que comparten.
Es una comedia que se podría insertar en un subgénero de film románticos de bribones busca vidas. Una buena película.
Francia, 2006. Director: Pierre Salvadori. Reparto: Audrey Tautou, Gad Elmaleh, Vernon Dobtcheff, Marie–Christine Adam. 104 minutos. Mayores de 14 años.
Audrey Tautou interpreta a Irene, la mujer del sueño, que busca a uno de esos burgueses que transitan por los balnearios de la Costa Azul y en lo posible poder casarse y ser millonaria. Gad Elmaleh interpreta a Jean que no aspira, aparentemente, más que hacer su trabajo y vivir tranquilo, como millones de otros sirvientes que habitan el planeta. El acto de amor será el entregar todo por ella, sus ahorros, su identidad y su trabajo por lograr tenerla. Ella en algún minuto responderá a ese sacrificio.
La falsedad de los roles que adquiere cada cual, las parejas de amantes, los millonarios en busca de placer, los espacios decorados de manera barroca, con diálogos que son discursos de venta para complacer al otro, son sintetizados en la declaración que hacen los dos a sus respectivas “parejas” sobre la tranquilidad y pureza del restaurant en el que comparten.
Es una comedia que se podría insertar en un subgénero de film románticos de bribones busca vidas. Una buena película.
Francia, 2006. Director: Pierre Salvadori. Reparto: Audrey Tautou, Gad Elmaleh, Vernon Dobtcheff, Marie–Christine Adam. 104 minutos. Mayores de 14 años.
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