Interdependencia.

“… La filosofía Hindú dice lo siguiente: “¿Cómo se llega a pensar en términos de cosas en lugar de procesos en este flujo absoluto, cerrando los ojos a la sucesión de eventos? Es una actitud artificial que hace cortes en la corriente de cambio y los llama cosas. Cuando entendemos la verdad nos damos cuenta de lo absurdo que es adoptar productos aislados de la serie incesante de transformaciones, como si fueran eternos y reales. La vida no es una cosa o un estado de cosa, sino un continuo movimiento de cambio”” (C. C. Radovic)
Es provocador la perspectiva de esta cita. Si se hablara de un acontecimiento aislado o una secuencia de situaciones que impulsan a buscar una explicación, exaltando el dominio de nuestro intelecto, la racionalidad, el análisis positivista de la causalidad. Pero no. Estamos en presencia –según el enfoque mencionada- de una consecución de eventos de una dinámica de cambios perpetuos, que no tienen posibilidad de ser detenidos a pesar de mascullar una razón, un sentido en sí, sin conexión con el entorno donde se está inserto.
Todo esto es para intentar despejar la profunda preocupación que me embarga cada vez que me pregunto por qué hago lo que hago, si tiene sentido el esfuerzo que despliego para lograr el cumplimiento de ciertos derroteros. Y no tiene sentido si no lo entiendo en el cumplimiento de ese movimiento eterno en el cual somos una brizna, una suave molécula de una hoja del árbol inacabado del universo.
Por otro lado quisiera apretar suavemente un extremo de la vida que late en la hoja de tu árbol…