... me plazco en sangrar la sombra del carnicero.
“La muerte no va conmigo, la vida va en fuego entero, me plazco en sangrar la sombra del carnicero” (P. Mans)
Recuerdo ésta canción en momentos que recibo la información de los “dolientes” adherentes a Pinochet frente a la Escuela Militar en Las Condes. Y digo que son verdaderas manifestaciones de dolor y pesar las que expresan ese millar de sujetos que han asumido la verdad desde la vereda de la indiferencia por el dolor causado durante tanto año, permanente y sin arrepentimiento.
Ayer en la tarde estuve en los festejos, en la vereda opuesta de los dolientes citados, que celebramos un minuto en nuestras vidas, singular y significativo que será recordado por millones de chilenos que encuentran de una mínima justicia que su deceso fuese el día que se recuerda los Derechos Humanos en el planeta, y que es expresión de la voluntad –muchos dicen simbólica- de un puñado de naciones que ratifican la Declaración Universal el año 1948.
Y lo converso con muchos amigos y compañeros ase tarde memorable, de felicidad contradictoria, convencidos que fue una muerte lejos de lo que quisiera una justa compensación del dolor provocado.
Con Julieta miramos la marcha que se inicia desde el balcón del departamento en Plaza Italia. Reflexiona sobre su historia, su condición de sujeto que está enlazada por el destino de un colectivo, la de un minuto de la crónica nacional, la de sus padres en el exilio y que su propia existencia fuera posible por los acontecimientos que les toco enfrentar.
Y lloré. Fueron unas lagrimas que la Gabriela las consoló con “…ya pos papá, cómo vay a llorar, si es para celebrar…”. Y no pude estar en desacuerdo, no puede ser que la muerte de un personaje de la historia esté cargado de tanto sentimiento contradictorio, una gama de ideas y sentimientos, felicidad y rabia por no haber podido hacer algo más, y recuerdo que hace menos de 10 años el Tirano tendría duelo nacional y despedida de Jefe de Estado. Ahora se deben conformar con su recluido rincón en el oriente de la ciudad, bastión de los poderosos a los cuales sirvió. Sé además que existe una especie de “pueblo pinochetista” que es una mezcla del clientismo político de derecha, expresión de populismo y sectores de extrema derecha que se verán por la TV. Se que es parte de la diversidad que compone nuestra sociedad. Da miedo…
Ayer en la tarde estuve en los festejos, en la vereda opuesta de los dolientes citados, que celebramos un minuto en nuestras vidas, singular y significativo que será recordado por millones de chilenos que encuentran de una mínima justicia que su deceso fuese el día que se recuerda los Derechos Humanos en el planeta, y que es expresión de la voluntad –muchos dicen simbólica- de un puñado de naciones que ratifican la Declaración Universal el año 1948.
Y lo converso con muchos amigos y compañeros ase tarde memorable, de felicidad contradictoria, convencidos que fue una muerte lejos de lo que quisiera una justa compensación del dolor provocado.
Con Julieta miramos la marcha que se inicia desde el balcón del departamento en Plaza Italia. Reflexiona sobre su historia, su condición de sujeto que está enlazada por el destino de un colectivo, la de un minuto de la crónica nacional, la de sus padres en el exilio y que su propia existencia fuera posible por los acontecimientos que les toco enfrentar.
Y lloré. Fueron unas lagrimas que la Gabriela las consoló con “…ya pos papá, cómo vay a llorar, si es para celebrar…”. Y no pude estar en desacuerdo, no puede ser que la muerte de un personaje de la historia esté cargado de tanto sentimiento contradictorio, una gama de ideas y sentimientos, felicidad y rabia por no haber podido hacer algo más, y recuerdo que hace menos de 10 años el Tirano tendría duelo nacional y despedida de Jefe de Estado. Ahora se deben conformar con su recluido rincón en el oriente de la ciudad, bastión de los poderosos a los cuales sirvió. Sé además que existe una especie de “pueblo pinochetista” que es una mezcla del clientismo político de derecha, expresión de populismo y sectores de extrema derecha que se verán por la TV. Se que es parte de la diversidad que compone nuestra sociedad. Da miedo…
hola hugo. fue un gustazo pasar ese día contigo, ¡con quién mejor si no! es un día para celebrar, pro también para recordar que hay cosas que simplemente no podemos olvidar; entre ellas el día en que llegué a Chile, cómo te conocí y pensar las infinitas formas en que el encuentro dibuja suavemente nuestro destino. un abrazo como siempre, cariñoso. juls
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