Izzy Sanabria, el arte gráfico, los 60 años de Fania Records y Salsoteca Maestra Vida
Alguien definió la salsa como "un estado de ánimo que, cuando estoy triste, es capaz de ponerme alegre, y cuando estoy alegre, me eleva hasta las alturas”, y si de salsa es de lo que hablamos, no podemos evadir que el género cumple 60 años desde que iniciara su actividad, en 1964, el sello discográfico que sentó las bases de esta cultura.
El nacimiento de Fania Records merece ser celebrado, y qué
mejor que sea coincidiendo con los 36° aniversario de Salsoteca Maestra Vida,
un lugar, desde Chile, que reivindica lo mejor que ha dado aquella casa
discográfica, programando cada semana, desde septiembre de 1988, muchas de sus
mayores obras, expresión de músicos universales como Rubén Blades, Héctor
Lavoe, Celia Cruz o Willie Colón.
Pero también queremos destacar otro aspecto que ha aportado
este sello, el del trabajo gráfico que se acompañó con las carátulas de aquella
primera generación de discos, especialmente en manos del destacado diseñador puertorriqueño
Izzy Sanabria, que ofició además como ilustrador y jefe de arte, que inspirado
en sus propios intereses estéticos, ha señalado que la influencia del arte
moderno -siendo el mismo Dalí una de sus fuentes- fue central, logrando constituirse
en la fuerza visual de aquella etapa de la música latina.
Disfrutar de aquel trabajo que definió, con una intensidad
paralela a la de la música propiamente tal, en las carátulas de algunos de los
discos del sello Fania en la década de 1960-70 encabezadas por el artista, y un
equipo de creativos en el que se cuentan otros destacados diseñadores como Walter
Vázquez, es simplemente indispensable para cualquiera que quiera profundizar en
esta cultura multidimensional.
Entre sus manos se lograron expresar la fuerza, el dinamismo y
la mezcla que funde la salsa, una síntesis de estilos y culturas entre la
música afroantillana, el latín jazz y la poesía que fluía en los barrios
populares de Nueva York.
Por cierto, hoy existe un revival de toda la cultura en
torno al género, que tiene que ver con el reconocimiento que han obtenido
discos tan centrales para nuestra identidad: Siembra, Buscando América, Son con
Guaguancó, Indestructible, Lo mato, o La Voz, que entre sus hit se pueden
sostener toda una jornada de rumba sin ningún desperdicio, su soporte físico
han acompañado muchos hogares del continente, y en su arte también se expresan
las tensiones entre la identidad latina y lo universal, lo sincrético y l0
hegemónico, el campo y las urbes, lo autóctono y la modernidad, se expone en
las caratulas que son la forma para llamar la atención, una foto del artista,
un concepto de la música, una provocación y que una vez desplegado como sonido
adquiere una totalidad que queda indisolublemente unido, se forma la comunidad
entre el fenómeno sonoro, el arte del soporte y el destinatario final, cada uno
de nosotros.
Este proceso tiene en personalidades tan notables como Izzy
Sanabria un punto alto, un artista que fue capaz de ser reconocido como uno de
los mejores, no solo para la salsa, expandiendo ese reconocimiento entre los
top de todos los estilos, un orgullo para nuestra gente latina, pues ese es
otro aspecto que se aporta con creadores como este, que son capaces de
implicarnos como parte de una identidad continental.
Sea este un homenaje a todo aquello que sentimos como nuestro,
la música que se denomina salsa -que es extensión de la cultura afroantillana-
los artistas que construyeron su personalidad visual, en el trabajo del sello Fania
Records, y por otro lado desde el sur del mundo un lugar, nuestra Maestra Vida,
que en estos 36 años no hemos dejado de celebrar todo este mundo de sonido y
alegría.