BORIC, el desafío de resistir

Gabriel Boric será presidente de Chile. La gesta de su triunfo histórico en las urnas, se logró gracias al apoyo conseguido -merece ser puntualizado- expresión de la resistencia del pueblo contra el fascismo y la reacción integrista que fue representada por la ultraderecha y Kast.

Ahora que se prepara la asunción -el 11 de marzo de 2022- de la administración de Boric, es importante asumir desde ya que este será una gestión cruzado por diversos desafíos y una oposición fratricida desde la derecha y las élites re-empoderas. Será un gobierno de Apruebo Dignidad con un programa que pretende un camino con una centralidad en transformaciones estructurales que se exigen en la calle desde octubre de 2019.

Pero aquellos desafíos y oposiciones no pueden ser, bajo ningún punto de vista, una excusa o razón para no empujar el proceso, esto debe ser la impronta desde el primer momento: movilización y organización social, confiar en el pueblo y en la calle, abrir los espacios institucionales a la participación, todo aquello que no estuvo en la perspectiva de la transición pacta que se inició en 1990, en definitiva, este debe ser el gobierno de una nueva transición, esta vez fundada en la capacidad movilizadora que logró la campaña, que sumó más de un  millón de votos a las urnas, es en sí mismo el ejemplo de una articulación política que se debe afirmar y potenciar.

Es el mismo proceso que está encaminado en la Convención Constitucional debe ser la contraparte virtuosa, la legitimidad de lo más profundo de las demandas de cambios que impulsa la instancia, de otro modo caeremos en los mismos vicios y peligros de la transición pactada: desmovilización, elitización y neoliberalismo.

El futuro sigue estando en nuestras manos, abierto a la potencia de los pueblos. Cada un@ de nosotr@s debe estar dispuesto a participar. Esto recién comienza.