Sobre paternidad porosa


Siempre me ha dado pudor el "día del padre". Creo que es definitivamente la "celebración" menos significativa de aquellas que la mercadotecnia ha puesto en el calendario. Primero porque la paternidad/masculinidad tiene exceso de reconocimientos, es una cuestión de equidad mínima el admitir que siempre hay celebraciones en que es el hombre el centro, y que se le destaque por la paternidad, una dimensión que en la historia ha estado cargado de vacíos es al menos una desmesura.

Segundo, porque si de cuidado personal de les hijes se trata, es abismal las carencias respecto al papel obligado y autoasumido, incluso a costa de su propia identidad por la madre/femenina, que darles un premio a todo el "gremio" me parece injusto.
Tercero, porque en mi vida he conocido muchas, demasiadas en verdad, experiencias donde son madres las que hacen "ambos roles". De partida mi madre, quien a empuje e instinto formó a tres hombres y donde la figura paterna fue difusa, ausente y muchas violenta. Luego, un batallón de mujeres, -amigas, comadres, ex-post- que a costa de mil desafíos hacen malabares por ser madres y generalmente los padres, donde existes como una referencia, son aveces patanes o estorbos.
No quiero que me celebren, prefiero que saluden a cada madre que debe completar ritos de formación de hijes que, además, se les debe explicar que su progenitor es un fantasma.
Por último, en el honor a las excepciones, reconozco a sujetos que de algún modo rompen con le molde, a ellos un reconocimiento diario, pero que no alcanza a cubrir a todo el género masculino.



Entradas populares