"Frantz" de Francois Ozon

"Frantz" de Francois Ozon tiene varios méritos. Primero es una perfecta obra de cine francés. Claro, para alguno eso no necesariamente es meritorio, pero para quienes pretendemos ver cine como arte, el de Francia siempre será una factoría destacada con un sello y lenguaje distintivo, y que se agradece entremedio de la grandilocuencia angloamericana que hegemoniza en estos lados del mundo.
Segundo, porque es una obra que técnicamente es impecable. El juego del blanco y negro, y las escenas en color no es novedoso, recuerden, por ejemplo, “Stalker" de Tarkovski, o Greenaway y "El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante" que utilizan este recurso de modo tal que se infiltra como un código de información psicológico, aportando a la construcción del ambiente y que en Frantz cae como una sutilidad del estado romántico y afectivo de los personajes.
Tercero, porque la historia es arquetípica, es decir, se despliega como un collage de referencia reconocibles y utilizadas hasta la saciedad en la historia de la narrativa, y que es sostenida en al menos dos ideas: el viaje heroico y el amor platónico.
Es tal vez este último aspecto, se desprende del elemento romántico, lo que la hace que debilite el argumento central. La existencia de un hombre que va detrás del perdón, y se entraba en relaciones de vínculos que se deconstruyen para llenar vacíos afectivos, parece un recurso que logra una emotividad simplificada.
Así y todo es una película altamente recomendable.



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