no estamos preparados
Como certeza, nos domina este tiempo: parece que no estamos
preparados para lo que viene.
Lo repito, lo repites, nos callamos, volvemos a mirar la
evidencia: No estamos preparados.
Y a pesar de todo, todo lo que tenemos es nuestra
integridad, nuestra sorda obsesión, el desquicio por sobrevivir a la evidencia,
a ese oscuro horizonte de mañanas incompletas y tardes de vacíos nos acomodamos
para ver la última película de Audrey Hepburn, y comentar su delgadez franciscana,
sus ojos de pozo profundo, su mueca de niña inquieta.
Y nada, definitivamente no estamos preparados para lo que
viene.