Madre

Provenimos de un mismo modo, una misma abertura, un tracto que nos sigue hasta que ya dejamos de latir y la madre es consuelo, es inicio y es el fin.
Tengo madre para toda la vida, y tengo la esperanza que me llevará con ella en esa carroza a la cremación de su cuerpo, nos quemaremos en el mismo fuego como el instante que fui constituido.
Somos nosotros sus vidas, un reflejo, una síntesis de dolores y certezas que hace que toda se parezcan a un sueño de tarde bondadosa.
Las madres son manzanas que se nutren de esperanzas secretas: a veces son brujas, otras son ángeles, o diosas, o heroína que disipa monstruos. Criticonas deslenguadas, indiscretas o confabuladoras ante la adversidad. Son la sombra, bella sombra que deja huella para que sepamos que son ella la causa, nosotros una simple circunstancia.
(foto: michelle minguras)
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