La esperanza entre tanta pandemia
Esto parece el segundo capítulo de una tragedia que vista desde este instante no sabemos dónde nos llevará, solo tenemos la conciencia que la trama avanza hacia algún punto incierto.
Resulta que en Europa y EEUU se ha informado de un síndrome que afecta a niños infectados de COVID-19, y que les provoca la muerte, y que es similar a la "enfermedad de Kawasaki" que es una patología respiratoria más bien excepcional que afecta a niñ@s menores de 5 años y que ataca, desde el sistema respiratorio a todo el cuerpo y que en caso extremos puede ser fatal.
Me imagino que sería una tremenda ironía, perversa, que siendo el caso que COVID-19 afecta de modo más dramático a personas de la tercera edad, aunque no exclusivamente, ahora serían niños el grupo de riesgo.
Estamos asistiendo a una época que nos desafía como humanidad, y por más que se ha señalado que una salida debe ser colectiva y global, cada vez es más individual y local, como si todas las esperanzas políticas que se inauguraron con la modernidad, desde la Revolución Francesa, se han convertido en meros discursos de líderes tribales, pasando a manosear lo verdaderamente importante de la localidad que es la identidad, pero dándole la espalda a la perspectiva de especie humana.
Pero así aparece el pesimismo, tenemos el optimismo que nos ha permitido salir adelante tantas veces en la historia, lo que debiéramos apuntar es a mejorar la vida social con nuevos parámetros que empujen la existencia de todos a un buen vivir.
Que así sea!!!
Resulta que en Europa y EEUU se ha informado de un síndrome que afecta a niños infectados de COVID-19, y que les provoca la muerte, y que es similar a la "enfermedad de Kawasaki" que es una patología respiratoria más bien excepcional que afecta a niñ@s menores de 5 años y que ataca, desde el sistema respiratorio a todo el cuerpo y que en caso extremos puede ser fatal.
Me imagino que sería una tremenda ironía, perversa, que siendo el caso que COVID-19 afecta de modo más dramático a personas de la tercera edad, aunque no exclusivamente, ahora serían niños el grupo de riesgo.
Estamos asistiendo a una época que nos desafía como humanidad, y por más que se ha señalado que una salida debe ser colectiva y global, cada vez es más individual y local, como si todas las esperanzas políticas que se inauguraron con la modernidad, desde la Revolución Francesa, se han convertido en meros discursos de líderes tribales, pasando a manosear lo verdaderamente importante de la localidad que es la identidad, pero dándole la espalda a la perspectiva de especie humana.
Pero así aparece el pesimismo, tenemos el optimismo que nos ha permitido salir adelante tantas veces en la historia, lo que debiéramos apuntar es a mejorar la vida social con nuevos parámetros que empujen la existencia de todos a un buen vivir.
Que así sea!!!
