En la madrugad: soledad
Es madrugada y ya estoy en el departamento ¿qué es este
silencio? / que solo lo rompe el sonido monótono del motor del refrigerador, / y
el rumores de automóviles que pasan escondidos de quizá de qué historia / y sí,
es silencio del vacío perturbador de tu ausencia, de las cachorras, de los
niños, de las urgencias, de los actos propios del amor, / de las palabras de
paciencia, / de los relatos incompletos, / de las cenas dibujadas, / de los
dolores que inventamos de tarde en tarde para entender que nos amamos / y este
silencio es la única forma que tengo para asegurar que te necesito, / desde
hace tanto tiempo no necesitaba a alguien / y más aún cuando al fin ha llegado
la hora de las revoluciones