Sobre "El Héroe de la mil caras" Joseph Campbell
Hay fundamentos
en el mito. No existe mito sin relación profunda con la psiquis humana que se
expresa de modos diversos, en el sueño por supuesto "...El sueño es el
mito personalizado..." (p. 25), pero es también la ensoñación y en algunos
casos se expresa como locura (p. 15).
Es la
hipótesis que sostiene Campbell, y que metodológicamente la sustenta en el
sicoanálisis, el constructo que intenta leer la personalización del mito, el
sueño, y que en particular utiliza la figura del arquetipo para sostener la
pertinencia de aquella representación que aparecen, desde el inconsciente, en
mucho lugares y tiempos distintos, por ejemplo la serpiente, ampliamente
señalado desde Jung, o un arquetipo tan esencial como el héroe, que se repite
de modo diacrónico y sincrónica a lo largo y ancho del planeta, y de cuyo
rastro el autor va recogiendo ejemplos.
Estas
huellas arquetípicas no se dan de forma antojadiza ni aleatorias, tienen modos
internos que se manifiestan a partir de un orden, una estructura que expone
esas figuras en contextos diversos, la riqueza de los relatos es la forma en
que se muestra al héroe, determinado por circunstancias particulares colectivas
en que está inserto el arquetipo, es por así decir la determinación de la
geografía y la temporalidad la que da sentido específico a cada ejercicio
narrativo y que a la vez, permite la apropiación de ese relato por parte de
sujetos y la comunidad.
La
noción arquetípica, en el caso la aventura del héroe[1],
y que se expresa como separación-iniciación-retorno
sería la "unidad nuclear" o monomito (p. 35) -Campbell recoge el
concepto de James Joyce- es la estructura que se puede rastrear en las
narraciones diversas, el fundamento primero que permitiría darle orientación
desde las perturbaciones que en un sueño generar las imágenes simbólicas de la
aventura, hasta la narración novelada de "El Señor de los Anillos",
por ejemplo, que sin querer queriendo tiene un impacto a nivel global como una
metáfora que da sentido a millones de lectores.
Desde
este plano, el reconocimiento de la estructura del monomito, la forma del
binomio tragedia-comedia es el contrapunto desde donde oscila la
narración, y en ambos rangos la aventura heroica se permite retratar sin
problemas. La significación de la aventura ni requiere uno u otro todo
"...las dos son término de un solo tema mitológico..." (p. 34)
La centralidad e importancia del mito
heroico se puede encontrar en que los sistemas de creencias hegemónicos de la
humanidad están sentados en el viaje, en el movimiento del personaje que inicia
desde la comodidad de su espacio, a veces espacio interior, una cotidianidad
que no requiere mayores sobresaltos, pero que a partir de una circunstancia
gatillante, un desafío impuesto y que pudiera colocar en cuestión ese orden, o
en la necesidad de darle sentido a la propia naturaleza del estado interior se
adquiere una consciencia que requiere que le personaje busque respuestas o
solución al predicamento que está expuesto.
Este desorden germinal es la partida
que impulsa la separación, el primer paso que perturba el orden.
La iniciación es el desdoblamiento de
las tareas que se deben superar para lograr reestablecer el orden o generar
nuevas condiciones que restablezcan un nuevo estado de las cosas, uno mejorado
o que deje en camino señalado para que otros sigan ese camino.
El retorno es la respuesta, en
sentido estricto, es la motivación que ha impulsado a la aventura, no puede
habar otra alternativa. Siddharta Gautama sería el mismo noble que vive una
existencia de placer sensual si es que el ruido de las señales no la dan
sentido al vacío y por tanto a la aventura de la revelación que lo impulsa a
buscar respuestas que lo señalan como el Buda que retorna con una camino
recorrido y transformado.
La aventura puede o no ser un
traslado, movimiento también puede acontecer
sin traslado espacial.
[1]
Héroe "...hombre o mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre
sus limitaciones..." (p. 26)